Wednesday, May 22, 2013

De mujeres y role models...



Hace unos días una amiga me compartió un hermoso estudio fotográfico Jaime C. Moore llamado not just a girl y lo acompañó con una pregunta que me ha tenido pensando por varios días “cuáles te gustarían que fueran algunos de los role models de tus hijas? (sic)” 

Mi reflexión empezó con una idea que ya había cruzado mi mente hace algún tiempo: “Yo no sé nada de mujeres”. Aparte de los ejemplos obvios como Ángela Merkel, Hillary Clinton, Hannah Gabriels y las hermanas Poll, no tengo nada (estirando mucho la cuerda me da para llegar a Marie  Curie). Además, si soy honesto la verdad no sé casi nada de estas mujeres como para tener claro si son los role models que quiero para mis hijas y tampoco tengo suficientes referencias bibliográficas en mi cabeza como para pensar en autoras que me parezcan espectaculares (mea culpa).

Sé bien que leer y educarme más sobre las mujeres es una tarea que tengo pendiente y cuyo símbolo actual en mi vida es el libro de Gioconda Belli que tengo en la mesa de noche pero que admito no he tocado.

Entonces seguí y seguí y seguí pensando... y bueno para lo que valgan acá están las conclusiones que tengo hasta ahora y las mujeres que quiero sean el ejemplo a seguir de mis hijas.

Tomada del Facebook de
1      Su mamá: si Dios quiere, y yo me encargo de hacer bien las cosas, el principal ejemplo que quiero que mis hijas sigan es el de su mamá. Espero escogerla bien y que sea una persona que les pueda dar a ellas lo que yo no puedo y que sea un ejemplo no solo para mis hijas sino también para mí. No pido que sea perfecta pero espero que sea humilde para reconocer sus faltas y fuerte para luchar por enmendarlas; que sea paciente para que entienda las mías, pero que sea exigente para que no las acepte ciegamente y me obligue a ser mejor cada día. Seguramente podría pensar mil cosas más pero no hace falta. Solo espero que sea alguien a quien mis hijas puedan admirar.

     Mi mamá: en la vela de su hermano uno de mis mejores amigos pidió a los que estábamos allí presentes que recordáramos a su hermano “como lo que él era: puro amor”. No puedo encontrar una forma mejor de describir a mi mamá, quien la conozca sabe que ella es “puro amor”.  Además de ser puro amor mi mamá es “pura alegría”, aunque creo que eso es solo la forma en que comparte con el mundo todo el amor que tiene en su corazón. Mi mamá siempre tiene una sonrisa en el rostro y siempre está lista para inundar cualquier habitación con su “discreta” risa. Tengo claro que de ella he aprendido a disfrutar la vida, a ser feliz y a aceptar que a la tristeza hay que darle también su lugar, pero que nunca, nunca, nunca se le puede permitir que nos destruya la alegría.

      Mi tía Ligia: mi tía Lígia es probablemente, junto con mi papá, la persona más trabajadora que conozco. Ante la muerte de mi abuelo  se dio a la tarea de sacar a sus hermanos  y a sus propios hijos adelante y desde que la conozco no la he visto nunca dejar de trabajar. Mi tía Ligia también es soñadora y perseverante. Cuando no tenía carro el llavero de su casa era de BMW y solía decir, ante la risa burlona de más de uno, que llegaría a tener uno pronto. Hoy, unas cuantas décadas después, ha tenido el placer de destrozar no uno, sino dos BMW porque mi tía es muchas cosas pero no es muy buena al volante. Pero esa historia se queda corta ante una de las historias que más me gusta escucharle. En algún momento, probablemente de los años 60, mi tía trabajaba en el Ministerio de Educación y observó que los estudiantes del Colegio Lincoln obtenían muy buenos resultados en las pruebas nacionales y tomó en ese momento la decisión de enviar ahí a estudiar a sus hijos, lo cual también fue motivo de burla. Sin embargo, muchos años y mucho esfuerzo después, mi tía tiene al día de hoy 3 hijos egresados del colegio que ella escogió como un sueño para ellos. Por último mi tía es resistente. Sé bien que no ha tenido una vida fácil y que ha sufrido pero ella disfruta y se asegura de celebrar su vida y de compartir con los que están a su lado. De eso somos testigos todos los que hemos azotado las baldosas de la terraza de su casa al ritmo de la música de moda. Además mi tía tiene los puntos extra de haberme dado a mi primita Adri, mi compañera de muchas aventuras y uno que otro susto.

Por último les dejo este poema de hablado de Sarah Kay  titulado “B” que me gusta mucho. Espero que algún día mis hijas puedan decirle a la gente that they really ought to meet their mother.


Monday, January 21, 2013

No pasa un día sin que me lo pregunte… bueno, es claro que eso es una exageración pero cada vez que aparece en mi camino una niña pequeña o alguna de mis primas (que realmente son las hijas de mis primas hermanas) me lo pregunto: ¿Si algún día llego a tener una hija, posibilidad que en algún momento me aterraba y ahora solamente me asusta,  cómo he de decirle?
Fuente: http://love-villa.blogspot.com

No me refiero a qué nombre he de ponerle, asunto en el que si soy honesto conmigo mismo ni siquiera sé si iré a tener injerencia alguna. Me refiero a la forma en que usaré para referirme a ella cuando esté hablando con ella misma. Forma, que sin lugar a dudas  influenciará la percepción que ella tendrá de sí misma y definirá lo que ella creara que es mi percepción de ella.

Cada vez que me encuentro a una enana simpática  en la vida, mi reacción es la misma “¡Hola princesa! ¿Cómo estás?”  Seamos sinceros ¿qué merito tiene en esta vida ser una princesa? Y seamos críticos ¿cuánto dolor no han causado mujeres en el mundo por creerse princesas y cuánto no han sufrido las que se han dado cuenta que no las tratan como tales? Y eso sin entrar en apelativos con implicaciones más fuertes como muñeca, belleza o casi cualquier cosa que se le pueda ocurrir a uno.

Podría decirle como le diré a mi hijo, que será probablemente como me dice mi papá (en femenino claramente). ¿Pero sería eso justo? Si el mundo sigue en ese momento a como está ahora, es evidente que los retos que ella enfrentará son distintos a los que enfrentará él y requerirán herramientas distintas para ser enfrentados con éxito.

La verdad es que no tengo una respuesta para esta y mil preguntas más que tengo respecto al futuro y no puedo prometer encontrarlas… Lo único que puedo prometerte mi amor es que si algún día llegas te voy a querer tanto como pueda.

Por mientras me alegra saber que no soy el único que se cuestiona estas cosas

Nota: Quizá este cuestionamiento es irrelevante ya que una de las mujeres (y personas) más increíbles que conozco siempre fue la princesa de la casa y de la familia.

Monday, February 14, 2011

Creersela

Constantemente me pregunto muchas cosas, quizá demasiadas, pero una pregunta que me acosa constantemente es qué pasa en este país, qué es lo que nos falta para salir adelante como país. Entendiendo por salir adelante el cerrar las brechas sociales que tanto nos aquejan (en gran parte responsables de la inseguridad), el alcanzar niveles de infraestructura decentes que permitan una mayor calidad de vida, el salir del basurero en que se han convertido todos los lotes baldíos de la ciudad y cualquier otra cosa que se pueda considerar socialmente deseable.
Foto: Melenz

Cada vez que me planteo esas preguntas hago mil y un conjeturas, plateo mil hipótesis distintas, descubro y redescubro el agua tibia, pero siempre hay una idea que aparece en algún momento y de la cuál estoy convencido.

Estoy convencido de que una parte importante de lo que nos falta para salir adelante es creérnosla. Creer que se pueden hacer las cosas. Descubrir que la verdadera y cruel pobreza, la que genera miseria, es la pobreza mental. Esa que no le permite a uno creer en sí mismo y en su capacidad.

Foto: Melenz
¿Qué llevó a los ticos de finales del siglo XIX e inicios del Siglo XX a iluminar sus cafetales con luz eléctrica; a construir el Teatro Nacional y el ferrocarril al caribe? ¿Qué impulsó luego a crear al ICE, la CNFL y la CCSS? Pues que había locos y locas que creyeron que era posible hacerlo, que los demás los escuchamos y que lo hicimos. Es decir, que nos la creímos.

Hay que ser irracional para ver el pueblo de Arenal e imaginarse un lago y una represa o para imaginarse un cafetal todo iluminado. Como dice George Bernard Shaw: “The reasonable man adapts himself to the world; the unreasonable one persists in trying to adapt the world to himself. Therefore, all progress depends on the unreasonable man.” Y lo que tienen las personas irracionales es que se creen su propia historia y no la que les dicen todos los demás.

Así que el día de hoy yo creo que nos hace falta creérnosla más y animarnos soñar en grande y a luchar por esos sueños y proyectos grandes. No hay que dejarse desanimar por todos los pesimistas que hay en la calle, que creen que los problemas del país no tienen solución, que encuentran mil peros para cualquier propuesta pero no proponen nada, que creen que todo el mundo es corrupto y un montón más de blah blah blah.

Foto: Melenz
En lo que va del año, yo me he dedicado a descubrir San José y el mundo ha confabulado a mi favor con proyectos como el de ChepeCletas, el Art City Tour y el "Enamorate de tu ciudad" del MCJ que me han permitido acercarme de una manera más intensa con un fuerte sentimiento de seguridad. Y hoy mientras veía unas fotos que compartió conmigo uno de mis amigos de ChepeCletas vi un montón de cosas de San José (del San José de hoy) que son increíblemente bellas o dicho en mi lengua natural, un chuzo.

Viendo esas imágenes pensé simplemente una cosa: “Me niego a dejar de creer en San José, me niego a dejar de creer en Costa Rica, me niego a dejar de creérmela”. Así que este año, y si Dios quiere el que sigue y en los que vengan después, voy a ponerle a soñar y a trabajar por ese sueño de país en el que quiero vivir.

Foto: Melenz





 Todas las fotos de este post pertencen a Melenz y fueron utilizadas sin su permiso pero con el debido reconocimiento a su creatividad. Para ver más fotos de Costa Rica haga clic sobre el nombre del artista.

Wednesday, February 9, 2011

El pito

San José, 8.2.2010
Enderezador de entuertos,
bálsamo de Fierabrás,
pomada canaria,
eliminador de presas,
liberador de estrés,
pavimentador de calles
creador de caminos,
planificador urbano,
abridor de puertas y portones,
controlador de semáforos,
políglota,
lengua universal,
solucionador de conflictos,
rescatador de doncellas,
piropeador de ángeles,
Alfa y Omega,
cura de todos los males
pito sagrado
por los ticos venerado.

Thursday, January 27, 2011

¿Ud. conoche San José de noche?

Ayer me fui a dar una vuelta por San José centro.

Eso es para miles de ticos la actividad más normal de la vida. Sin embargo ayer, junto con apróximadamente 50 personas viví una experiencia que lamentablemente es algo fuera de lo común para la mayoría. Gracias a la gente de ChepeCletas, ayer tuvimos la oportunidad de disfrutar de nuestra capital de una manera poco ortodoxa: a pie y de noche.
Escuela Buenaventura Corrales (Foto: Silvia Benavides)
 

El año pasado por primera vez en mi vida, tuve la oportunidad de vivir en una ciudad y tengo que decir, con todo el dolor en el alma, que Chepe no es una ciudad. Yo soy fan de Chepe, o más que fan tengo fe en Chepe, pero Chepe no es una ciudad y la actividad de ayer me lo recordó. No fue la presencia necesaria de la policía para escoltar al grupo, la ausencia de infraestructura o cualquier otra cosa negativa que uno pudiera imaginar, lo que me refrescó la mente.

CENAC/FANAL (Foto: Silvia Benavides)
Lo que me hizo recordar que Chepe no es una ciudad fue la cantidad de gente que participó del tour. El gran éxito que ha tenido el Nocturbano es un claro signo de la desesperación que tenemos los ticos por tener una ciudad. Por tener un espacio para convivir, disfrutar del arte, para no hacer nada, para hacer de todo, para andar a pie, y lo más importante para ser ticos (porque al final la capital es de todos y no de los josefinos).


Para ser sincero si uno no va en carro o en taxi, lo que implica contar con una cierta cantidad de recursos disponibles, ni se asoma a Chepe e incluso mucha de la gente que va a San José de día lo hace porque no tiene otra opción.

En este momento estamos atrapados en un círculo vicioso en el cual la gente no va a San José por la percepción que tiene y San José desmejora (y si mejora nadie se da cuenta) porque la gente no va a la ciudad


Pero gracias a la imprudencia que me concede, y a la que me obliga, la juventud yo no le pierdo la fe a Chepe y actividades como las de ayer alimentan mi fe y me recuerdan que el tener o no ciudad también depende de mi.


Desde hace algún tiempo algunas personas se han dedicado a crear una ciudad en San José, El Steinvorth, Rayuela, El Lobo Estepario, Arteria, UrbanRiot y Tienda Ñ, son solo algunos ejemplos a los que podemos sumar múltiples iniciativas del MCJ, de la Muni que tienen hoy a San José mucho mejor de lo que uno se imagina. Y ahí está precisamente el gran reto que enfrentamos. No importa que tanto se esfuercen los voluntarios, los empresarios, los gobiernos (local y central), si la gente no va a llenar Chepe de vida, San José nunca llegará a ser ciudad y la gente se la seguirá imaginando sin conocerla.



¿Eso que significa? Bueno, significa salir de la comodidad que implica el creer que todo está perdido, significa apoyar este tipo de iniciativas, participar, aportar ideas nuevas, ir a comprar a San José en vez de ir a encerrarse en un mall.

En fin el llegar a tener una ciudad depende de cada uno de nosotros, de que exijamos más y mejores espacios urbanos y que nos apoderemos y apropiemos de ellos y los tratemos con el respeto que merecen y que merecemos.


Como mencioné antes, hasta hace poco yo nunca había vivido en una ciudad y no tenía ni la menor idea de lo que eso significaba y a decir verdad me hace falta. Yo quiero vivir en una ciudad y esa ciudad se llama San José. Lograrlo depende de todos y es algo que nos merecemos.


P.D.: Los invito a que participen en el próximo Nocturbano. Realmente vale la pena y es una gran forma de comenzar a perderle el miedo a San José.

El templo de la música (Silvia Benavides)

Thursday, December 3, 2009

Narcisismo, pesimismo o paja


De acuerdo con la publicación de La Nación de hoy el 70% de los encuestados (o de la población si la encuesta fue bien hecha) afirma que al día de hoy la economía del país está peor respecto al año anterior y el 45% piensan que dentro de un año estará aún peor. O sea… tamos mal y vamos peor.

Curiosamente al preguntarle a la misma gente sobre la situación de su familia (me pregunto si será equivalente a preguntarle sobre su situación personal….) el 49% afirma que están igual y el 18% consideran que están mejor (en contraposición a un 5% que piensa que el país está mejor hoy que hace un año). Y respecto a lo que se viene la situación también cambia; 34% de los encuestados creen que estarán mejor, 40% creen que estarán igual y 21% ya perdieron la fe y creen que estarán peor (que con esa expectativa es sumamente probable que así sea pero ese es otro tema).

¿Entonces?

La conclusión que a mí me salta a la vista es que el país se va a ir al carajo (y definitivamente no a celebrar carajo porque ya la FIFA nos cerró, por dicha, la entrada al Mundial por la puerta de atrás), pero que a mí me va a ir de lo lindo. Por lo menos esto es lo que parece pensar al menos un 24%[1] de la muestra/población[2].

A partir de estos contradictorios resultados se pueden plantear diversas preguntas. ¿Son el resto de los ticos tan narcisistas como yo? (¡Ojalá! ¡Qué salvada! Mal de muchos, consuelo de tontos.) ¿Será que ya perdimos la fe en el proyecto país? (Suave un toque, ¿tenemos proyecto país?) O será simple y sencillamente que la gente no ve la relación entre su bienestar personal y el bienestar de la economía nacional (¿Qué pensará la mayoría de la gente que es la economía nacional?), o tal vez todo esto es simple y sencillamente paja.



[1] Aquí se hacen algunos supuestos que no son muy graves.

[2] Si asumimos que la desigualdad no afecta el bienestar de cada uno, el resultado es todavía más bonito porque si yo voy a estar igual (lo que piensa el 40%), pero en general todo mundo va a estar peor, yo voy a estar mejor si se me compara con el resto :D.





Monday, September 14, 2009

Para qué sirve el himno

Hace algunos días, en una de esas nefastas noches en que jugaba la selección nacional, uno de mis amigos recalcaba, no sin algo de ironía y sorna, que “después del cole el Himno solo sirve para el estadio”. Este comentario me llevó a reflexionare un poco acerca del Himno y del acto que llevará a cabo el día de hoy la fundación Un Techo Para mi País (UTPMP).

Creo sinceramente que los himnos, en particular el Himno Nacional, tienen mucha utilidad y por ende muchísimo valor. No obstante, si se les da poco uso y quizá incluso se les da un uso inadecuado. Evidentemente mi amigo no escucha Panorama, donde se canta en cadena nacional de radio el Himno todas las mañanas, pero aparte de eso su comentario no deja de tener cierto sentido. Lo cual me lleva a preguntarme ¿qué valor tiene un himno cuando el pueblo solo lo canta en los estadios y cuya letra se suele mancillar al final?

Es aquí que viene a mi mente la actividad de UTPMP. Cada 14 de septiembre, como es tradición se entonará a las 6 de la tarde la letra del Himno Nacional. Este año los y las jóvenes de UTPMP cumplirán con la tradición reunidos en la Rotonda de la Bandera. Este acto, denominado por la entidad como de protesta pacífica es para mí, mucho más que eso. El día de hoy, en la garganta UTPMP el Himno Nacional no solo se fortalecerá como el signo de unión y hermandad que es, sino que cobrara nueva vida. Hoy en las vísperas de la celebración de nuestra independencia colonial, el Himno Patrio se transformará en un nuevo grito de guerra. Un símbolo de lucha contra aquello que más nos oprime como pueblo, la pobreza: miseria y sufrimiento de nuestros hermanos y de nosotros mismos.

La lucha por la independencia de tan férreo opresor es larga, y la anhelada libertad no se vislumbra aún en el horizonte, mas con la certeza del valor de la “lucha tenaz de fecunda labor” vibrará hoy la juventud y con ella la nación. Será entonces que el Himno alcance para mí su mayor valor y nos recordará que somos hermanos, que la lucha de uno es la lucha de todos. Porque solo soy verdaderamente libre cuando todos los hombres y mujeres a mi alrededor son igualmente libres (Bakunin).